
Un día estuve hablando con una muy buena amiga mexicana y pensé: «Tengo que escribir este post y contarte esto».
Mi amiga siempre fue delgada, pero hace unos meses comenzó a subir de peso, ¡y es que los años pasan! y no en vano, jejeje.
Desesperada por lo que le estaba sucediendo, fue a una nutrióloga que le dio una dieta que solo con escucharla me comencé a estresar así que ¡imagínate cómo estaba ella que ya llevaba haciéndola unos días!
Y es que la dieta consistía en eliminar todas las grasas de la dieta, ¡INCLUSO LAS SALUDABLES!… STOOOOOP!!!
Cuando me encuentro con cosas de este estilo, al igual que las dietas hiperproteicas y sin nada de hidratos de carbono (otro día hablaremos de esto) debo reconocerte que siento rabia, porque los que hemos estudiado Nutrición, y no te digo un curso online de 3 meses (sin desmerecer a nadie), y tenemos una licenciatura de 5 años y luego un post grado de 2 años, sabemos perfectamente que las grasas saludables son súper beneficiosas y esenciales en nuestra dieta.
Si que es cierto que existen grasas que son dañinas para la salud y deberíamos evitarlas a toda costa. Las grasas saturadas son un ejemplo de estas. Están presentes en los lácteos enteros, en cortes de carnes altos en grasa (costillas, muslos, etc.) frituras, rebozados, mantequilla, manteca, crema (nata), helados de crema y entre otros productos.
Otra grasa que también deberíamos evitar son las grasas trans. Son grasas producidas por los procesos de elaboración de algunos productos. Por ejemplo, un aceite es una grasa saludable, pero al calentarlo cambias su composición eso genera un aceite que ya no es saludable y a la vez genera compuestos de grasa llamada trans, la cual provoca daños en nuestra salud y promueve el desarrollo de enfermedades crónicas. Por eso es por lo que debemos evitar consumir tantos productos procesados, más aún si son fritos.
De todas formas estas grasas intentan controlarlas muchísimo en la industria alimentaria y por lo general no están presentes. Te invito a que cuando vayas a hacer la compra, mires las etiquetas de los productos y si tienen grasa trans, no los compres.
Por otro lado, tenemos las grasas saludables. Son grasas insaturadas, principalmente las monoinsaturadas y las poliinsaturadas.
Dentro de este grupo está el omega-3, presente especialmente en pescados y semillas. El omega-6, presente en el aguacate (palta como decimos en Chile), aceites, aceitunas, frutos secos, entre otros alimentos.
¿Qué pasa con las grasas? Que son muy concentradas, por lo cual en pequeñas cantidades ya tienes los nutrientes que necesitas y a la par, un aporte de calorías alto.
Por lo cual, ¡no elimines las grasas saludables de tu dieta! Son muy necesarias y beneficiosas, pero si ten cuidado con las cantidades.
Por ejemplo, si vas a comer aguacate, 1/4 del aguacate por vez, no la pieza entera (de hecho, cuando se lo comenté a mi amiga mexicana ¡se le iluminó la cara!). Si vas a tomar aceite, hazlo en crudo siempre que puedas, ya que al cocinarlo lo vuelves saturado y deja de ser saludable.
Recuerda: 1 cucharadita de aceite (aunque sea de oliva) ya es una porción, y con unas 5 a 7 porciones al día ya vas súper bien, así que no abuses del aceite.
Quiero compartirte uno de mis secretos: para cocinar uso los aceites en spray, existen de diferentes marcas como Carbonell, Pam, Crisco,etc., y de diferentes sabores. También hay algunos que son ecológicos, que puedes encontrarlos en los grandes supermercados, el sabor es el mismo, pero aproximadamente el 75% menos de grasas y calorías, así que te lo recomiendo.
Recuerda que la basa de una buena alimentación es el equilibrio y que para que nuestro cuerpo funcione correctamente, necesita grasas saludables, hidratos de carbono de alta calidad, es decir, integrales, proteínas bajas en grasas saturadas, frutas y verduras. Así que cuando algún «profesional» te diga que elimines uno de estos grupos, por tu bien pide otra opinión…
Quiero finalizar comentándote que si te estás cuidando, si quieres sentirte bien contigo mismo, con tu cuerpo, recuperar tu salud y bienestar ¡TE FELICITO! Eso dice mucho de ti, simplemente por este hecho, date las gracias y siéntete muy bien.
Recuerda que puedes conseguir TODO lo que te propongas, pero desde el amor y el reconocimiento a ti mimo, porque si lo haces desde el rechazo, la desesperación y el desagrado va a ser muchísimo más complicado.
Siempre les comento a mis clientes, imagínate si tu jefe te animara de esta manera: “¡Vamos idiota, que tu puedes!” Uffff… ¿qué ánimo, no? Pero si te dijera: “¡Vamos, tu puedes! ¡Has podido con esto y podrás con mucho más! ¡Eres muy inteligente y súper capaz!” ¡De esta forma tan diferente es la efectiva y son los verdaderos alientos!
Para poder animarte a ti mismo, es igual. Siempre que te propongas algo, por favor ¡Háblate bien y con las mejores palabras!, hazlo desde el amor y la confianza en ti, porque por supuesto que tu puedes! Y por el simple hecho de querer, ya has avanzado el 50% del camino.
Si quieres conocer más acerca de los nutrientes y aprender a diferenciar los que son más saludables, te invito a que adquieras mi libro Nutrición Emocional, en donde encontrarás herramientas y claves para empezar a adquirir un hábitos saludables. Dentro del enlace, por si quieres comprender mejor en qué consiste mi libro, encontrarás un botón para descargarte un pequeño fragmento del libro gratis.
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Bueno preciosa, espero que disfrutes mucho de esta lectura, por favor déjanos tus preguntas y comentarios bajo este post, también tus sugerencias de qué temas te gustaría que tratáramos.
Estaremos encantadas de saber de ti y apoyarte en todo lo que podamos.
Un abrazo,
Fran Sabal.
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