
¿En algún momento de tu vida has escuchado la frase «donde te enfocas va tu energía»?
Yo recién la escuche a mis 27 años, ¡y cuánto me hubiese ayudado haberla descubierto antes!
No vengo a hablarte de «El secreto» ni nada por el estilo (si bien no tengo absolutamente nada en contra de eso), quiero hablarte de algo que es mucho más sencillo.
Te invito a que hagas el siguiente ejercicio:
Mira a tu alrededor por unos segundos y fíjate en todas cosas verdes que ves.
Ahora quiero que cierres los ojos y recuerdes cuantas cosas blancas viste.
Probablemente recuerdes 1, o dos como mucho…
Ahora te pido que vuelvas a mirar a tu alrededor y veas cuantas cosas blancas hay. Posiblemente ahora descubras que hay muchas más que 1 o 2…
Pero, ¿Aparecieron de repente o siempre estuvieron ahí?
¡Siempre estuvieron ahí! Pero no las viste porque no estabas enfocada/o en eso.
¡Eso mismo pasa con tu vida! Es imposible que veas lo bueno si te estás enfocando en lo malo, que veas lo lindo si tu enfoque está en lo feo, que veas todo lo que tienes si te enfocas en lo que no tienes.
Y es que donde te enfocas va tu energía y atraes más de lo mismo.
¿Te lo habían dicho alguna vez? A mi no, nadie… y tuve que llegar ha hacer un Máster en Coaching e inteligencia Emocional para aprenderlo.
¿La buena noticia? Es que si te comienzas a enfocar en lo que sí quieres, en lo que sí tienes, en lo bueno de tu vida ¿Adivina que va a pasar? Poco a poco irás encontrando más motivos por los que sentirte bien, más fortalezas que te ayudarán a conseguir tus objetivos y más ganas de vivir la vida que mereces.
¿Es fácil cambiar el Foco? Depende… Mejor pregúntate:
– ¿Me sirve de algo pensar que cambiar el foco de mi vida es difícil?
Lo más probable es que no, es más, lo más probable es que te sirva para perder energía, desanimarte y sentirte mal… Estados en los que es prácticamente imposible lograr cosas positivas.
Ahora bien, fácil o difícil depende de ti y de las ganas que tengas de cumplir tus sueños.
¿Sabías que encuestas mundiales coinciden en que todo hombre en el fondo tiene el mismo deseo? ¿Sabes cuál es ese deseo? SER FELIZ… Y cuando tenemos el foco en lo malo este deseo jamás lo podremos cumplir, lo cual nos llevará a vivir una vida incompleta, muchas veces vacía e incluso sin sentido. Pero si te enfocas en lo positivo, alcanzar esa felicidad se vuelve posible.
La felicidad no es una cosa ni una meta, sino una forma de vivir la vida, es una actitud.
¿Y sabes quién elige qué actitud tomar y cómo sentirte en cada momento? ¡TÚ! Y esta sí que es la mejor noticia, ya que tu felicidad depende de ti, de cómo te tomes las cosas, de donde te enfoques, de tu constancia y tus ganas.
Recuerda siempre: “Tu elección es la semilla y tu enfoque la energía que le dará vida”, así que pon mucha atención en qué eliges y donde te enfocas.
¿Qué te ha parecido el Poder del Foco?
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Estaremos encantadas de saber de ti y apoyarte en todo lo que podamos.
Un abrazo,
Fran.
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