Un metabolismo activo es fundamental para poder mantener un peso saludable ya que es el conjunto de reacciones químicas que tienen lugar en las células del cuerpo para convertir los alimentos en energía.
Y si este proceso es lento puede dar lugar a:
- Aumento de peso.
- Cansancio.
- Bajo estado de ánimo.
- Dolor de cabeza
Entre otros síntomas…
En la mayoría de los casos este metabolismo lento se relaciona con una mala alimentación, por falta de sueño, o poca actividad física.
Por eso quiero compartirte estos 4 tips para activar el metabolismo:
- Realizar ejercicio físico: ¡uno que disfrutes!
- Para realizar un buen descanso por las noches te invito a que practiques mindfulness y así puedas conciliar mejor el sueño.
- Llevar una alimentación equilibrada en nutrientes y evitar los ultra procesados.
- Hidrata bien tu cuerpo, al menos 2 litros de agua al día sería lo más recomendable.
Si comienzas a poner en práctica pequeños gestos, podrás ir activando poco a poco tu metabolismo y conseguir un peso saludable estable en el tiempo.
Y es que si no cuidamos nuestro cuerpo podemos desembocar en problemas de salud que actúan en cadena en nuestro cuerpo. Por ejemplo, un metabolismo lento puede dar lugar a ambientes pro inflamatorios por eso la inflamación metabólica es clave tenerla en cuenta para cuidar nuestro peso.
Pero ¿qué es la inflamación?
Sin inflamación no podríamos vivir, ya que es un proceso natural del cuerpo que nos ayuda a reponer procesos agudos, por ejemplo, un esguince de muñeca. Nuestro sistema inmune va a reponerlo, pero lo hace de forma puntual.
El problema viene cuando empiezan a tener una inflamación crónica de bajo grado, la cual se sabe que es una de las principales puertas de entrada a la mayoría de las enfermedades, incluida la obesidad.
Esta inflamación crónica es de bajo grado y silenciosa, con lo cual no la sienten, y además puede durar semanas, meses, años…
El cuerpo nos va avisando, pero no la sentimos, y va teniendo múltiples efectos negativos en el organismo, porque principalmente hace que el sistema inmune se esté activado permanentemente, todos los días, todo el tiempo.
Esta inflamación hace que compuestos inflamatorios que genera nuestro sistema inmune viajen por todo el cuerpo, pudiendo afectar cualquiera de nuestros órganos.
¿Cuáles son algunos de los tantos síntomas de la inflamación crónica?
● Obesidad, sobrepeso o dificultad para mantener un peso saludable
● Enfermedades cardiovasculares: diabetes, resistencia a la insulina, hígado graso, colesterol alto, TG altos, hipertensión arterial, entre otros.
● Enfermedades autoinmunes
● Baja energía
● Depresión
● Entre muchas otras..
Con lo cual, ¿qué nos ayuda a bajar la inflamación crónica de bajo grado?
● Alimentación saludable, balanceada y anti inflamatoria
● Actividad física
● Regular nuestros bio-ritmos (sueño – vigilia)
● Gestión del estrés
● Cuidado emocional
Es muy importante cuidarse de forma integral, porque somos seres integrales y tanto lo que comemos como lo que pensamos y sentimos influyen en tu salud. Con esto, una vez más nos damos cuenta de que, mejorar nuestros hábitos de vida no es simplemente para estar más delgados, sino que es por toda nuestra salud.
Sin ir más lejos, mientras mayores niveles de estrés tengas, eso va a repercutir en todo tu sistema, incluido el sistema nervioso y el sistema endocrino, que son de los principales sistemas que regulan el peso corporal, entre otras funciones.
Cómo el estrés repercute en nuestro metabolismo
El estrés es un mecanismo de defensa de nuestro cerebro como respuesta de supervivencia contra un peligro y que genera un impacto metabólico que altera todos los sistemas de nuestro cuerpo, puesto que nos prepara para luchar o huir y así salvar nuestra vida.
El punto es que nuestro cerebro no sabe distinguir entre lo real y lo imaginario, por lo cual, si no aprendes a gestionar las emociones y los pensamientos que te generan estrés, que pueden provenir, por ejemplo, por el miedo al futuro, los problemas en pareja, los hijos, temas económicos o del trabajo, e incluso por nuestro peso y forma de comer, se puede transformar en un estrés crónico que repercute directamente sobre todo tu cuerpo, especialmente en tu sistema endocrino, nervioso e inmunitario que son los principales reguladores del metabolismo y que afecta, entre otros factores, al peso, niveles de energía y sexualidad.
¿Qué podemos hacer para evitar que el estrés no repercuta sobre nuestro metabolismo?
La gestión emocional nos proporciona herramientas que nos ayudan a escuchar nuestras emociones y el mensaje que nos traen. En vez de evitarlas y acallarlas, (como sucede en muchos casos con la comida), es importante abrirles la puerta y escuchar el mensaje que traen, con lo cual no se trata de contenerlas ni evitarlas, sino de aceptarlas y descubrir qué es lo que está pasando en tu vida que te lleva a sentirte de una u otra manera.
Una forma ideal para reducir el estrés es practicar Mindfulness, técnica que nos ayuda a conectar con el momento presente y hacernos más conscientes, para así ir observando qué es lo que sentimos, de donde viene y cómo poder gestionarlo de la mejor forma posible.
¿Qué es el mindfulness y cómo comenzar a practicarlo?
El mindfulness es la meditación oriental traída a nuestro mundo occidental por Jon Kabat-Zinn. Más allá de ser una de las mejores prácticas para entrenar nuestro cerebro y nuestro músculo de la concentración, es una forma de vivir la vida, comprendiendo que en el momento presente todo se desarrolla de forma perfecta, que ya somos completos, que no somos nuestros pensamientos ni nuestras emociones, sino el ser que los genera.
Consiste en encontrar un equilibrio entre el hacer, ya que estamos muy ocupados haciendo cosas, y el ser, es decir, quien es el que está haciendo cosas y con qué intención.
El medio que utiliza el mindfulness para traer nuestra atención al presente es la respiración.
Se nos ha dado la oportunidad de poder modificar, de forma consciente, sólo una de nuestras funciones vitales y es por esto que la respiración es tan poderosa y nos puede llevar a los estados que deseamos. En PNL todo cambio de estado comienza por la respiración.
Nuestra respiración actúa a nivel químico y físico, cambiando la función de nuestros neurotransmisores, nuestra fisiología, nuestro estado y, por supuesto, nuestros resultados. Es imposible comer de forma calmada si estamos respirando agitadamente, al igual que es imposible escapar de un animal salvaje con una respiración profunda.
La respiración es nuestra varita mágica, es la puerta de entrada al presente, a la consciencia, a la presencia. Es por esto que practicar mindfulness es algo tan natural y cotidiano como empezar a enfocarnos en nuestra respiración, pero de forma consciente. También podemos utilizar audios guiados, música relajante, sonidos de la naturaleza, mantras, vistas, imágenes, etcétera.
Es importante que a la hora de practicar mindfulness consideres lo siguiente:
- Inspiración y expiración.
- Respiración abdominal.
- Acepta tus pensamientos.
- Fuera juicios, bienvenida mente de principiante.
Y de esta forma a través de la respiración, pueden comenzar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, favoreciendo nuestro metabolismo.
Espero que te haya gustado este post y si tienes alguna duda nos escribes en los comentarios.
Te mando un abrazo,
Fran Sabal.